Al otro lado del espejo
Cada vez más a menudo las palabras Biodinámica, fluido, Potencia, mareas, ignición, fluctuación, Stillness, etc están más en boca de la comunidad Osteopática Craneal. Sabemos que W. G Sutherland fue inspirado por el amor al mar, a la Naturaleza, a la Biblia y al mundo del motor entre otros motivos para explicar metafóricamente las sensaciones que en él se fueron despertando durante más de 30 años. Siempre preguntándose la eterna pregunta de… ¿dónde está el Fulcro? para cada escenario perceptivo que iba apareciendo en consulta y en su afán por llegar a la Fuente (Dig on), W.G. Sutherland, sin darse cuenta desarrolló un observador (the other pair of hands) con el que podía interpretar al paciente en profundidad “al otro lado del espejo”. Fue una transición lenta, inteligente, trabajada y como único aliado su perfecta sincronía con la Respiración Primaria, su verdadero Mentor. Las evidencias clínicas junto con los cambios que sentía a través de sus thinking fingers forjaron una nueva forma de leer entre líneas al paciente.
La dedicación de toda una vida, su legado, ha sido heredado de generación en generación hasta nuestros días por transmisión oral con el riesgo que ello puede conllevar. Es por ello por lo que, la docencia en el mundo fluídico, solicita de una enorme responsabilidad. La utilización del lenguaje biodinámico vinculado a las experiencias perceptivas descubiertas en transparencia por Dr. Sutherland, requieren de una experiencia visual por parte del docente. De lo contrario gracias al ego podemos llegar a correr el riesgo de manosear el lenguaje sólo con un fin lucrativo y/o de posición social. Hemos de ser conscientes que el proceso de aprendizaje del Dr. Sutherland fue a la inversa de como actualmente los conceptos Biodinámicos en las diferentes escuelas se enseñan. Es decir, él primero sintió la experiencia y después le adaptó un nombre y no a la inversa. Es por ello qué el lenguaje de metáforas ha de saberse introducir en el momento adecuado con relación al nivel en que se encuentra cada alumno durante periodo formativo. De lo contrario correremos el riesgo de ir acumulando palabras en nuestro diccionario sin un referencial perceptivo asociado favoreciendo que el mental (Monkey Mind) coja las riendas del tratamiento en cada paciente que tratemos.
Progresivamente nos damos cuenta de que cruzamos el marco el espejo de la vida sin apenas quererlo, seremos empujados, arrastrados y la viviremos con otros ojos, los ojos de la verdad, de lo real. Esa realmente fue mi experiencia. A partir de ese momento entiendes a la vida tal como es: hablas al paciente en su idioma no verbal, puedes ver donde está la necesidad que desea ser satisfecha en un bebé, en un niño, en el adulto, en el abuelo, entiendes que la Salud no está condicionada por la edad y que la tenemos de igual manera desde el nacimiento hasta la muerte y más allá.
¿Estás preparad@ para cruzar al otro lado del espejo?
Carlos E. Marqués D.O.