Detrás del Velo

DETRÁS DEL VELO

Por Carlos E. Marqués DO

 

Sin lugar a dudas, «look behind the curtain»  de Rolin Becker DO es una de esas frases escrita en su libro The Stillness of Life con las que mas identifico mi experiencia en el trato diario con los pacientes . Me ayudó a corroborar un poco más dónde encontrar el Alma. Tanto W.G. Sutherland como sus discípulos fueron verdaderos investigadores fenomenológicos de como las leyes naturales interaccionaban con sus pacientes: aprendían de una inteligencia vestida de Potencia que podía descubrirse “detrás del velo”. A través de práctica del ensayo error, en grupos reducidos y teniendo como Mentores de excepción a sus propios clientes, fueron desarrollando una habilidad capaz de transmutarles hacia la Verdad en un abrir y cerrar de ojos, que con el paso de los años nos ha sido transmitida. Pero dicha transmisión debería respetar de forma escrupulosa la sincronía con la Transparencia, la cercanía del tutor y la misma secuencia: ensayo-error. Porque el describir el fenómeno antes de ser percibido es darle alas al mental para que vaya creando un sinfín de propuestas para dicha experiencia sensorial. Por eso el acompañar al alumno en este camino resulta tan complejo. Ya que hoy en día sufrimos un pulso con la inmediatez. Aun así, no se habrá completado el circulo formativo hasta que todas las experiencias de los fenómenos (Quietudes, fluctuaciones, pausas, fulcros, Neutros, etc.) descritos por nuestros antecesores, no hayan sido conjuntamente “vistas” y reconocidas por el mentor y el alumno detrás del velo, ya que en esta disciplina de trabajo es muy frecuente “enquistarse” en una realidad paralela. Debemos ser exquisitamente precisos con nuestro observador, estudiar embriología, anatomía, fisiología, si queremos aspirar a ser respetados en el ámbito clínico, porque admitámoslo… ¿Quién no mejora con un Neutro? aunque..¿sabemos porqué?

Pero si pudiera escoger un verbo que pudiese definir nuestro trabajo diario ejercido con el observador en la consulta este sería Recordar. Sabemos que, como almas divinas, olvidamos nuestra verdadera identidad y con cada paciente “remamos” para rememorar y así conseguir un conocimiento más profundo tanto de nuestro cliente como de nosotros mismos. De alguna forma vamos de forma inercial en busca de la dualidad, porque de lo contrario. ¿Cómo podríamos reconocer lo que Realmente somos?

En nuestro mundo material, donde gobierna la personalidad, no podríamos valorar con mayor consciencia a la Paz si no hubiese habido previos estados de guerra. De la misma forma sucede con los conceptos de amor y odio, luz y oscuridad. Por este motivo, el intentar recordar nuestra realidad (como almas eternas) y el por qué estamos aquí, son dos de los desafíos que van implícitos en nuestro camino como osteópatas biodinámicos, cuya dualidad, nos ayudará a redefinir de forma más profunda nuestra existencia, así como la lesión en una forma no resulta de sufrimiento. Cambiar el concepto de uno mismo, quizá no nos ayudará a reducir el dolor, pero si dicho sufrimiento que es de lo que en esencia convive en el campo lesional sostenido por la Salud.

Con el tiempo crearemos un puente de ida y vuelta mucho más rápido a través de ese recuerdo olvidado, que en realidad no tendría que existir. El acceso tendría que ser casi inmediato. Y de hecho lo es. Pero no para osteópatas que no les guste redescubrirse y enfrentarse a sí mismos, huir de mecanicismos, ser autocríticos o en definitiva luchar por una verdad completamente transparente. Porque en el marco del fluido conviven varias realidades juntas, pero en el mundo de la Potencia sólo existe la Verdad.

Todo realmente ya está allí, la Ignición, las fluctuaciones, los diferentes Neutros, los fulcros funcionales y Originales incluso, todo el trayecto que realizará la Potencia durante el tratamiento. Somos nosotros que hemos de ser capaces, como si se tratara del cambio de marchas de un coche automático, el saber ir sincronizando de forma secuencial con las distintas frecuencias que aparecen se forma Inteligente e inherente en función de las necesidades de nuestro paciente. Debemos continuamente refinar nuestro Neutro, para no juzgar ni valorar todos los eventos más inverosímiles y sorprendentes que van a ir apareciendo delante nuestro, sabiendo que las dimensiones Divinas vibran a frecuencias más rápidas que la nuestra: no son físicas. Pero no por ello significa que no podamos llegar a verlas. No desde el mental. Si desde los ojos de la consciencia.

Por eso es tan “incómodo” el aprendizaje en presencia. Porque muy pocos alumnos están dispuestos a aceptar «el reto de la Divinidad». Esta es la que pone a prueba tu paciencia, tu neutralidad, tu comprensión, tu visión, tu sinceridad, tu compasión, tu sacrificio, y así podríamos seguir con un sinfín de valores que hoy en día están descatalogados en el ruido docente de la inmediatez. Aún así, al final del camino nos espera la Luz, con ganas de desnudarnos y despertarnos hacia la Solemnidad, en un espacio donde es difícil de mantener la neutralidad ante el gran asombro. No nos deberíamos conformar con menos. Pero de hecho se hace. Engañándonos a nosotros mismos. Por ello es tan importante la Transparencia durante el tratamiento, ya que no deberíamos que cantar victoria ante los primeros signos de mejora clínica. Hemos de aprender a “ver” cual es la relación de la normalidad con el paciente. Pero no solo desde una visión global, si no de las partes con su relación con la totalidad. Es de esta forma que sabremos, aun cuando la clínica no nos acompañe, que el paciente está empezando a mejorar.

Volvamos a mirar detrás del velo, una y otra vez, es nuestro sino hasta el abrazo Sagrado, ya que la Respiración Primaria sigue y seguirá siendo un misterio pendiente de resolver para nuestra mente, que estará siempre al acecho del secuestro de nuestros intentos de desapego, saboteando todos nuestras reminiscencias hacia el Abismo donde nacieron nuestras almas.

Al empezar este camino sin nada que perder aceptamos los cambios con el corazón agradecido, sin entender las bendiciones que encierra el cambio.

Ya va siendo hora de descubrirlas.

Yo no me moveré de ahí.

 

 

 

Carlos E. Marqués DO

MU Osteopatía UAB